Thursday, April 11, 2019

Centro Huichol Nominado para el Premio Nobel de la Paz

 
 
por Marianne Carlson 
(Extractos tomados de la nominación actual)
 
Feria Maestros del Arte se enorgullece en anunciar que el Centro Huichol para la Supervivencia Cultural y las Artes Tradicionales, cual ha recibido apoyo de las la primerea Fiesta, ha sido nominado para un Premio Nobel de la Paz.

El Instituto de Drogas para la Paz (DPI) en los Países Bajos es una organización calificada para nominar candidatos para el Premio Nobel de la Paz. Su patrocinio de la fundación humanitaria fundada y dirigida por Susana Valadez resalta las contribuciones de sus antecedentes antropológicos y los logros del trabajo de su vida con los descendientes de origen Huichol (también conocidas como Wixárika).
Su representación del pueblo Huichol para su nominación al Premio Nobel de la Paz atestigua el firme compromiso de mitigar las amenazas siniestras que enfrentan a los grupos de personas indígenas en peligro de extinción. El DPI tiene en alta estima a Susana Valadez por su compromiso de 40 años al incorporase completamente a las tradiciones después de haberse casarse con un hombre Huichol en 1977. Implementando una estrategia de resolución de problemas que aborda la importancia primordial de salvaguardar la existencia de la gente de las Primeras Naciones como una antigua tribu mexicana dinámica en el mundo moderno.

La doble existencia de Susana como estadounidense, que ha vivido durante décadas como un miembro de la tribu Wixárika, se ha ganado una posición sólida de aceptación y fortaleza para trabajar en nombre en el ámbito mundial, lo que ha hecho de buena fe y con satisfacción durante décadas.
Adriaan Bronkhorst, del Instituto para la Paz de las Drogas, califica que para el Premio Nobel de la Paz: " Intentamos desesperadamente salvar el mundo natural, aunque seguimos convirtiéndolo en un bote de basura. Después de todo, ¿Qué importan nuestros pequeños esfuerzos si los gobiernos y los capitanes de la industria promueven los desechos tóxicos a niveles inimaginables? 
El problema del suicidio ecológico global y el modelo económico que lo sustenta parece casi imposible. Tal vez lo sea, pero mientras creamos en la posibilidad de un futuro para nuestros descendientes, debemos buscar formas alternativas de desarrollo. La gente Huichol nos da un ejemplo de una vida espiritualmente gratificante unida a un profundo respeto y dedicación al entorno natural, habilitada por su uso sabio y respetuoso uso del peyote.
Nos complace proponer al pueblo Huichol, representado por el Centro Huichol para la Supervivencia Cultural y las Artes Tradicionales, en la persona de su directora Susana Eger Valadez, para la nominación del Premio Nobel de la Paz de 2019, con la esperanza de que su candidatura sea elegida. Llamará la atención al valioso ejemplo que los Huicholes les ofrecen al mundo.
Establecido hace casi tres décadas en las escarpadas montañas de la Sierra Madre Occidental, el Centro Huichol y su fundadora, la antropóloga Susana Valadez, se esfuerzan por empoderar a los individuos y comunidades Huicholes de todo el país para mantener su patrimonio espiritual, artístico y cultural al prepararlos en convivir con el mundo exterior en sus propios términos. Con una planificación y educación cuidadosas, los Huicholes pueden prosperar en el mundo de hoy sin sacrificar sus tradiciones o idioma nativos.

A pesar de las difíciles condiciones sociales actuales, como primera nación, el pueblo Huichol ha preservado la espiritualidad de cazador prehistórico en una sociedad agrícola. Cuando se enfoca en el respeto por las libertades fundamentales de la religión y el conocimiento cognitivo, se puede apreciar el uso del peyote como ceremonia rigurosa de su búsqueda más sagrada de la vida en la tierra, y el camino para regresar, enriquecido y habilitado con recursos espirituales. El conocimiento y todas las bendiciones de sus dioses.

Estas personas nos muestran un ejemplo de cómo utilizar y preservar los medicamentos de la naturaleza que alteran la mente para el beneficio espiritual y físico de sus usuarios individuales y de la sociedad en general. Esperamos que esta nominación obtenga las protecciones de la organización UNESCO de la tierra del peyote Wirikuta y sus otros lugares sagrados de la gente Wixárika.

Que estés de acuerdo o no con las personas que usan peyote en sus rituales no es lo que tiene importancia en esta narrativa. Todos los que participamos en la Feria Maestros del Arte y nos maravillamos y admiramos el increíble arte de cuerdas del huichol, debemos estar de acuerdo en que dondequiera que se inspiren, la espiritualidad de estas personas se refleja en el amor y los detalles que ponen en cada pieza de arte que producen.


Si desea leer la nominación completa del Premio Nobel de la Paz, visite http://drugspeaceinstitute.org/pages/19_nobelcampaign_intro.html

Tuesday, April 9, 2019

Nuevo artista: tejiendo la vida en un telar de espalda.

Uno de los nuevos artistas en la Feria este año será Ma. Trinidad González García, quien nos dice que el telar de la correa trasera formaba parte de su vida mucho antes de que ella naciera.

Su madre y su abuela dedicaron sus vidas a tejer para sostener a la familia. Por esta razón, su madre enseñó a Trinidad y sus tres hermanas el arte del telar desde una edad muy temprana. Cuando tenía 10 años, Trinidad tejió ayates (un paño que se usaba para hacer una prenda similar a una capa hecha de la fibra de la planta de maguey, similar al henequén o sisal), rebozos y huipiles.




Gracias a este oficio, Trinidad y sus hermanas y hermanos pudieron estudiar y terminar una educación universitaria. Trinidad se graduó como veterinaria. Sin embargo, a diferencia de sus hermanas y hermanos, ella fue la única que decidió regresar a sus raíces.

Durante algunos años, se dedicó a su profesión, pero nunca abandonó los hilos y el telar, a veces para tener un ingreso adicional y otras solo por el placer de crear. Sentarse a tejer siempre la hizo sentir más completa, más creativa y más conectada con la comunidad.



Poco a poco, comenzó a notar que el telar la hacía sentir más viva. Dejó su carrera y volvió a tejer a tiempo completo.

En 2013, con el apoyo de su familia, abrieron su primera tienda Artesanías Domitzu, una empresa familiar dedicada a la elaboración de artesanías en el telar de la correa trasera. Con una reputación de calidad, el negocio creció y eventualmente agregaron otra tienda. Ahora, no solo una empresa familiar, son una empresa social en la que participa la comunidad.


 

El telar se ha convertido en uno de los tesoros más importantes de Trinidad, porque ha traído algunas de las experiencias más satisfactorias de su vida. No solo el tejido le ha dado la oportunidad de ganar premios estatales y nacionales, presentar conferencias y dar cursos, también le ha dado una nueva dignidad como artesana y dejará un legado increíble para su hija.

En el equipo de "Artesanías Domitzu" actualmente tienen 10 mujeres: 7 artesanas, 2 costureras y 1 diseñadora, algunas tejen a tiempo completo y otras imparten clases gratuitas a los miembros de la comunidad. Son una de las pocas familias que conservan la técnica de "tres alzaderas" o "doble vista", técnicas que, debido a su complejidad, están en peligro de extinción.

La revitalización del uso del telar de la correa trasera les ha permitido entender su identidad como parte de la gente de Hñahñu, lo que, al mismo tiempo, los ha llevado a adquirir el compromiso de preservar el oficio.

El grupo ha ganado muchos premios como:
  •  Tercer lugar en el Gran Premio Nacional de Arte Popular en 2015 en la Ciudad de México,
  • Primer lugar en Concurso de Fibras Vegetales en 2015 en Campeche, Campeche,
  • Tercer lugar en el Gran Premio Nacional del Arte Popular en 2018, Ciudad de México.
Ganar premios se ha convertido en una tradición familiar. La madre de Trinidad, Martina García, ganó el Premio Presidencial de Grandes Maestros por Arte Popular y su hija, Frida Díaz, ganó el Primer lugar en el Concurso de Jóvenes Creadores de México son Populares.